
Cuando en 1988 cayó en mis manos el segundo disco de la banda californiana Jane's Addiction y lo escuché por primera vez, no podía ni imaginar lo importante que sería para mí este álbum. Un disco que apenas entendía entonces y que años más tarde lo escuchaba entero tres y cuatro veces seguidas. Si fuese posible definir a un disco como a un amigo, éste era el mío; el que me acompañaba en las deprimentes y solitarias tardes de domingo durante mis primeros años en Terrassa. Escucharlo ahora es fácil, ellos abrieron nuevos caminos, rompieron con todo lo que se podía escuchar entonces y después llegaron los noventa y los grupos noveles se encontraron con una base sólida sobre la que construir una nueva página en el rock. La peculiar voz de Perry Farrell sin ninguna duda es una de las principales bazas de un grupo que apenas cuenta en su haber con 3 discos de estudio, 2 recopilatorios y 2 directos, uno de ellos, su primer trabajo, de título homónimo "jane's addiction" (1987), donde aparecían dos versiones fantásticas: Rock 'N' Roll de The Velvet Underground y Sympathy for the Devil de The Rolling Stones a la que titularon escuetamente Sympathy. Además de la voz hay que destacar a un guitarra de lujo; Dave Navarro que durante un tiempo sustituyó a John Frusciante en Red Hot Chilli Peppers. Tampoco se quedaban atrás el resto de músicos que formaban parte de los Jane's; Eric Avery al bajo y Stephen Perkins a la batería y percusión, ambos fundadores del grupo. El disco se debe escuchar de principio a fin. Yo no lo puedo escuchar de otro modo. La mayoría de discos los escucho de forma aleatoria y hoy en día con más razón, ahora nos hacemos los discos nosotros. Nadie nos dice en que orden van las canciones. Pero Nothing's Shocking es como si estuviéramos delante de un film y como ocurre con todos, o, casi todos los films, se debe seguir de principio a fin. Así que no puedo destacar tres o cuatro canciones. Las recomiendo todas y en el siguiente orden:![]() |
| Foto Lilvia |


03/05/2007
El anciano me mira con sus abatidos y antiguos ojos escudriñando en el fondo de mi alma. Es un pescador y su cara y sus manos están agrietadas por tantos años de exposición al sol y a la humedad. En el mar hay un islote de forma cónica rodeado por una niebla espesa. He llegado desde el bosque huyendo de unos bandoleros. Me sorprende la facilidad con la que me he librado de ellos. El pescador dirige su vista ahora al mar. Saca lentamente pero con firmeza un pez enorme que parece un celacanto.
Me dedica media sonrisa y sentencia –la vida es tan corta que uno sólo planea la confortabilidad de un futuro no muy lejano olvidando por completo vivir y disfrutar del presente- luego miro a mi alrededor; guijarros, el mar, el islote y unas nubes negras que anuncian una inminente tormenta. Mi radio despertador, como cada día, me despierta anunciándome la hora y la previsión del tiempo.
Escuchando; Arcade Fire-Wake up

