Para Agustín

La última vez que dejé un comentario aquí estaba en tratamiento de quimioterapia, luchando contra mi linfoma de Hodgkin.
Linfoma de Hodgkin. Tal vez oyera ese nombre en algún lugar antes, no lo recuerdo. Para mí la primera vez fue cuando lo nombró el doctor que llevaría y lleva mi caso -parece ser que ya estoy “curado”-.
Después apareció en un libro de otro de mis escritores favoritos mientras yo seguía en tratamiento, Kurt Vonnegut; una señora a la que conoció sufría ese tipo de cáncer y le quedaban pocos meses de vida. Era en los años 70. A día de hoy el linfoma de Hodgkin tiene muy buen pronóstico.
Agustín, en ese último comentario te decía que cada vez hay más causalidades que me obligan a releer tu obra y a entrar en tu blog.
Si mi vida fuese una novela yo sería Chip y tú Runciter: hay decenas de señales, Ubik está por todas partes. Aunque hace poco que he descubierto la novela de Philip K. Dick, más que descubrirla podría decirse que me la han recordado, ya la siento propia.

Ayer, sin ir más lejos, estaba limpiando y ordenando mi ordenador (ordenar ordenador; debería ser ése su trabajo y no el mío). En fin, que me voy por las ramas, yo estaba en esas cuando descubrí entre fotos de stencils, pdf’s varios y algunas películas, el vídeo de nocilla. Un vídeo que no había visto aún pero que llevaba en mi disco duro desde octubre. Así que le di al play y avancé un poco. Dejé de avanzar y justo cuando dejé de hacerlo oí la palabra Hodgkin. Te seré sincero: sólo vi esa parte. Después de Golpes Bajos, la parte en la que describes la enfermedad y los síntomas y luego pasas al pintor y luego a Morrissey (otro de mis héroes)… Repetí varias veces la escena, y, aunque estoy acostumbrado a las casualidades, me pregunté (con mi voz en off) si esforzándome de veras, podría enviar alguna señal de la misma manera que las voy recibiendo, o, si por el contrario no sería yo quien ya lo estaba haciendo y en realidad lo que los demás dicen o escriben no lo hacen hasta después de descifrar mis mensajes solipsistas.
Ya, una paranoia. Un viaje psicotrópico, aunque nunca tomo nada químico a excepción de…ya sabes cuando… no soporto recordar ciertos olores… ¿Por qué hablas del linfoma de Hodgkin en ese vídeo? ¿Debo visionar todo el vídeo de nocilla para averiguarlo? Lo miraré de todos modos.
Leí a Enrique Vila-Matas por culpa de nocilla y me fascinó (Dietario Voluble está repleto de links que me llevaron a más casualidades y qué te voy a contar de Recuerdos Inventados…). Sufjan Stevens también lo conocí a través de nocilla. Después, Matas y Stevens, han aparecido por todas partes y ellos, como hiciste tú, me llevaron a otros y otra vez un cúmulo de casualidades…
——> Por otra parte a finales de septiembre estaré paseando por reservas de navajos. Me haré una foto en Death Valley, justo en la entrada del hotel que aparece en Lost Highway (mi película favorita) —–> esta es la única parte que tiene algo que ver con tu post.




Ahora mismo tengo en mi mesa de trabajo Carne de Píxel y Joan Fontaine Odisea, además de La exhibición de atrocidades de Ballard.
Los vuelvo a visitar.
En fin, quizá todo esto no viene a cuento de nada, o sí, no lo sé.
Un abrazo.
Gracias.
Jordi Via
PD Además de un comentario aquí, esto será un post en mi blog.

Hablando de casualidades y de Vila-Matas: LOST HIGWAY, DE DAVID LYNCH (Una interpretación metacinematográfica)