Para empezar diré que esta novela, !Todo importa! (2009), la segunda de Ron Currie, es muy fácil recomendar pero muy difícil reseñar. He disfrutado como cuando leí Stone Junction de Jim Dodge, como cuando tropecé con Kurt Vonnegut y no quise dejarlo, como disfruté con Leviatán o El Palacio de la Luna de Paul Auster. Estoy entusiasmado y creo firmemente que esta novela se convertirá en una obra de culto.
Gabriel García Márquez dice a propósito de la escritura de Faulkner, que si uno logra desmontar una de sus páginas tiene la impresión de que le sobran resortes y tornillos y que es imposible devolverla otra vez a su estado original. Algo parecido, salvando las distancias, ocurre en ¡Todo importa!, le podemos ver los tornillos y podemos imaginarnos a medida que nos llegan datos lo que va a venir después (aunque hay giros impresionantes e inesperados y momentos en los que se estira tanto la cuerda que parece que la trama se va a torcer, que va a perder credibilidad, aunque eso, amigos, no sucede en toda la novela, créanme nada se tuerce. Pero tampoco es perfecta, no nos vayamos a engañar, como no lo es ninguna, como no lo es la vida).
Pues eso, aunque tuviéramos todos los resortes y tornillos localizados, nunca podríamos unirlos con la maestría y en el orden que Ron Currie logra hilvanar las historias y acontecimientos que les suceden a los personajes de esta magnífica novela. Porque aquí el orden, además de la trama y subtramas, importa.
No quiero introducir spoilers en esta reseña, me gustaría que quien se acercara a esta novela lo hiciera como lo hice yo, sin saber apenas nada, sólo lo básico, lo que uno se encuentra en la solapa del libro y las comparaciones a otros escritores que sugiere esta lectura.
Para continuar un breve resumen, mezcla del que encontramos en la solapa más lo que un servidor aporta:
En la primera página, un par de citas. La primera y más importante, la que mejor define esta novela, pertenece a una canción del grupo The Flaming Lips "In the morning of the Magicians": What is love and what is hate, and why does it matter? [¿Qué es amor y qué es odio, y por qué importa?].
Amor y odio y qué es lo que realmente importa, de eso trata esta novela.
Empieza con una cuenta atrás (aunque bien pensado es una cuenta hacia adelante, empezamos en el útero donde Junior Thibodeau recibe los primeros mensajes de unas misteriosas voces que le acompañaran toda su vida...)
97 Primero, ¡disfruta de este momento! Nunca volverás a tener tan pocas responsabilidades en lo que se refiere a tu propia supervivencia... 96 Tu madre tiene otro crío, tu hermano, que cuando estaba en el útero era un tornado... 95...
El día de su nacimiento, Junior
Thibodeau escucha una voz que le transmite una fatal
profecía: en treinta y seis años, 168 días, 14 horas y 23 segundos (es decir, el 15 de junio del 2010 a las 3:44 p.m.)un cometa arrasará la vida en la
Tierra. Sólo él lo sabe, y Junior no para de preguntarse si hay algo que
realmente merezca la pena. La misteriosa voz también le confiesa
secretos acerca de su familia y Amy, el amor de su vida y su compañera
en los actos heroicos que podrían salvar la humanidad.
Pero no todo es tan simple.
Aquí van a encontrar a personajes entrañables, empezando por Junior y Amy, John senior y Debbie (los padres de junior), Rodney (el hermano), una profesora que podría haber sido la primera mujer astronauta estadounidense, Sawyer (del que no quiero contar nada), un negro revolucionario al que le faltan dos piernas, un brazo y media mano (vamos a saber cómo perdió sus extremidades y nos va a dar la risa, humor negro rizando el rizo).
La narración corre a cargo de los personajes principales y cada capítulo es narrado por un de ellos, empezando por las voces que escucha Junior en su cabeza en esa cuenta atrás, siguiendo por Debbie, Rodney, John Senior, Junior, Amy... Se van alternando y algunos, en algún momento, dejan de narrar...
Vamos a viajar por Estados Unidos y por una parte de su historia reciente. Vamos a reflexionar sobre lo que de verdad importa. Vamos a luchar contra el cáncer y lo conoceremos a fondo. Vamos a ver de nuevo Melancolía (2011) y nos haremos las mismas preguntas que cuando vimos la película de Lars von Trier. Se acerca un cometa a la Tierra y vamos a morir, todo lo que conocemos va a desaparecer. Lo sabemos, así que ¿qué se le puede hacer?
...luchando mucho con este hilo de lana gris que tengo enredado entre mis piernas.
Es muy pesado para andar arrastrándolo. (de Melancolía)
Ya que ¡Todo importa! tiene algo de ciencia ficción, corto y pego aquí un fragmento escrito por Philip K. Dick donde define qué es ciencia ficción:
En primer lugar, definiré lo que es la
ciencia ficción diciendo lo que no es. No puede ser definida como
"un relato, novela o drama ambientado en el futuro", desde el
momento en que existe algo como la aventura espacial, que está
ambientada en el futuro pero no es ciencia ficción; se trata
simplemente de aventuras, combates y guerras espaciales que se
desarrollan en un futuro de tecnología avanzada. ¿Y por qué no
es ciencia ficción? Lo es en apariencia. Sin embargo la aventura espacial carece de
la nueva idea diferenciadora que es el ingrediente esencial. Por
otra parte, también puede haber ciencia ficción ambientada en el
presente: los relatos o novelas de mundos alternativos. De modo que si
separamos la ciencia ficción del futuro y de la tecnología altamente
avanzada, ¿a qué podemos llamar ciencia ficción?
La Caza del Carnero Salvaje, de Haruki Murakami (segunda lectura)
En breve leeré y reseñaré Baila, baila, baila. Se trata de una novela escrita en 1988 por Haruki Murakami y que por fin ha llegado a nuestras librerías gracias a Tusquets. Es la secuela de La Caza del Carnero Salvaje (1982) que publicó Anagrama en 1992.
Ese ha sido el principal motivo por el que he vuelto a leer La Caza del Carnero Salvaje, para refrescar la memoria; aunque a decir verdad mi memoria, en lo que respecta a esta novela, estaba absolutamente formateada a excepción de una escena y una frase. También volví a ella porque se propuso su lectura conjunta con el grupo de Facebook Café Literario y en Twitter con el hastag #wildcarnero.
La escena que recordaba de mi primer contacto con esta novela es en la que hace su aparición el personaje del Hombre Carnero; algo así como el Mistery Man de Lost Highway (y pido disculpas por volver a mencionar mi película favorita, pero es que aunque intente evitarlo Lynch aparece cuando menos lo espero, y en verdad esta novela precisamente contiene muchos escenarios y pasajes que podrían aparecer sin desentonar para nada en una película de David Lynch).
Y he aquí la frase que permaneció intacta en mi memoria:
Cierto escritor ruso escribió que aunque el carácter puede cambiar, la mediocridad no tiene remedio. Los rusos, de vez en cuando, se descuelgan con frases redondas.
La primera vez que leí esta novela recuerdo que me fascinó (a pesar de que con el tiempo, como digo, no he retenido nada, o casi nada). En mi mente, eso sí, guardaba sensaciones placenteras, muy placenteras del que fue uno de mis primeros encuentros con el escritor japonés. Es curioso que recuerde incluso olores a tierra húmeda de aquellos días lluviosos mientras leía La Caza del Carnero Salvaje y en cambio hubiese olvidado la trama.
No puedo decir lo mismo en este segundo encuentro, hasta he sentido un poco de vergüenza ajena en algunos pasajes donde se menciona los pedos del gato "boquerón", los cuescos que suelta un espectador en un cine o en reflexiones tan poco afortunadas y rimbombantes como esta:
Decidí dar un salto de casi treinta años, de 1938 a 1965, y pasar al capítulo titulado «La ciudad actual». El adjetivo «actual» del libro se refería a 1970, así que de actualidad tenía ya poco. Lo verdaderamente actual era octubre de 1978. No obstante, al escribir la historia de lo que sea, parece que es indispensable rematarla con un capítulo dedicado a la «actualidad». Y aunque lo actual pierda muy pronto su actualidad, nadie podrá negar el hecho de que la actualidad siempre será actual. Si la actualidad dejara de ser actual, la historia dejaría de ser historia.
Y por lo que respecta a pedos y cuescos:
El gato, asustado, mordió al chófer en el dedo pulgar y acto seguido se tiró un pedo.
Este fragmento es el del cine al que me refería antes:
En uno de los asientos delanteros roncaba patéticamente un hombre de mediana edad; sus ronquidos recordaban el sonido de una bocina rasgando la niebla. En el rincón de la derecha había una parejita dándose un lote monumental. En las últimas filas, alguien se tiró un sonoro cuesco. Tan sonoro que detuvo por un instante los ronquidos del hombre de mediana edad. Un par de chicas, con aspecto de estudiantes de bachillerato, que iban juntas, se desternillaron de risa.
Por asociación de ideas, me acordé de Boquerón. Y al acordarme de él caí en la cuenta de que había dejado Tokio para ir a Sapporo, donde me encontraba. Dicho de otro modo, hasta que oí aquel cuesco tan sonoro, no tomé conciencia de lo lejos que estaba de Tokio.
¡Qué raro, ¿verdad?!
Pues sí, es muy raro... aunque yo también cuando oigo un cuesco tomo conciencia de lo lejos que estoy de Tokio...
La puntué en Goodreads con cinco estrellas ocho o nueve años después de mi primera lectura por el buen recuerdo (sensorial) que me había dejado. Ahora, mientras la leía por segunda vez, he tenido que hacer un esfuerzo terrible por no meterme un dedo acusador en un ojo o en mitad del cerebro para averiguar qué le pasaba a mi antiguo yo, el que tenía treinta años. Porque en esta ocasión estuve tentado de dejarla a medias, de valorarla con dos estrellas, tres si quería ser generoso. Y entonces uno se pregunta ¿cómo al final has optado por cuatro estrellas? (puntuación de cuatro a una novela japonesa, menuda ironía por otra parte). Pues porque es Murakami, y Murakami me ha dado momentos impagables. Porque mi yo de hace ocho o nueve años no podía estar tan equivocado, y porque siempre quiero llegar al final, y, es entonces, cuando debo reflexionar, valorar y opinar. En realidad sólo los fragmentos de la novela que he colgado en esta reseña son las partes que para mi gusto sobran en una historia creada por un escritor novel (muy pronto Nobel) sobre un personaje treintañero (quizá por eso me gustó tanto la primera vez) que se busca a sí mismo. Un ambiente onírico de principio a fin donde personajes sin nombre, como mucho con apodos, desfilan y se confiesan mientras van cayendo pistas. En definitiva, estamos en el universo Murakamiano donde no pueden faltar extrañas organizaciones, personajes aún más extraños, gatos, chicas con un sexto sentido, bares y jazz, bosques y pozos, sexo...
En general y, sobre todo la parte final, Murakami ha conseguido que me vuelva a reconciliar con mi antiguo yo; comprender por qué me gustó tanto la primera vez y por qué he sido un poco más crítico esta segunda. Sólo por eso, por lograr que viaje en el tiempo y me vea de nuevo en "aquella" situación, merece cuatro estrellas. Ahora espero con muchas más ganas que llegue a mis manos Baila, baila, baila para volver a entrar en El Hotel del Delfín y oír de nuevo qué dice el Hombre Carnero.
¿Por qué no tienen nombre los personajes? Dos fragmentos (bonus tracks):
1.
2.
Apéndice:
¿Por qué no tienen nombre los personajes? Dos fragmentos (bonus tracks):
1.
—¿Por qué no le pusiste nombre al gato cuando vivía contigo?
—Pues no sé… —dije. Y con el encendedor del emblema del carnero encendí un cigarrillo—. Supongo que porque no me gustan los nombres. Yo soy yo; y tú eres tú; y nosotros, nosotros; y ellos, ellos. ¿Y para qué más, si con eso basta?, digo yo.
2.
El joven ainu se encontró un día con una partida de cazadores de su raza que merodeaba por allí, y se acercó para preguntarles:
—¿Cómo se llama este lugar?
—¿Crees que un rincón perdido como éste puede tener un nombre? —le contestaron.
Y estas han sido algunas de las reflexiones que he ido colgando mientras leía La Caza del Carnero Salvaje:
#wildcarnero Carneros, lombrices y ratones
#wildcarnero estoy flipando con mi falta de memoria... sólo recuerdo una frase hasta el momento...
#wildcarnero De momento sólo un personaje tiene nombre, boquerón, y es un gato, y hay un muchacho con apodo, ratón
#wildcarnero Con el profesor Ovino... entre los cuescos del gato y los del tipo del cine, y ahora este profesor, esto tiene aires de Mortadelo y Filemón.
#wildcarnero No siento lo mismo que la primera vez, eso es así
#wildcarnero Recta final con el hombre carnero
#wildcarnero reconciliación con el ratón que da cuerda al mundo
Magnífica reseña de Sergio en su blog Galletas Chinas
Y otra de Marta en su blog Leer Sin Prisa
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