Un Matrimonio Feliz

En un principio pensé que yo no acostumbro a leer este tipo de novelas, pero una vez terminada me doy cuenta de que Un Matrimonio Feliz no es del tipo que imaginé de entrada.
Me ha fascinado la estructura y sobre todo un par de giros en una trama que parecía previsible. Y sí,  he llorado. En el tren de camino al trabajo me reprimía, pero en mi casa, en la cama, no pude evitar llorar; unas veces pura emoción contenida durante todo el día, otras de emoción y felicidad y, finalmente, una mezcla de dolor y triunfo.
Sólo alguien que ha pasado por una experiencia similar a la de Margaret y Enrique sabe a ciencia cierta que aquí no hay nada inventado: los sentimientos de culpa o cómo cambian las relaciones con los demás: familia, amigos, conocidos, entorno laboral... más todo lo relacionado con médicos etc.
Estoy de acuerdo con una crítica que leí sobre este libro en la que se decía que "la vida solo puede contarse así, con forma clásica de gran historia novelada”.
Un Matrimonio Feliz, no es sólo una novela. Aunque no es un libro de autoayuda, pero lo podría ser y de los de verdad, es un libro que te puede enseñar a ser más fuerte ante la adversidad, a disfrutar del momento, a saber perdonar y entender a los demás.
Lo recomendaría a todo aquel a quien le interese una buena historia, pero también a los que quieran saber cómo se siente un enfermo de cáncer, su pareja y su familia.

Aquí puedes leer la magnífica reseña de Offuscatio

Chronic City

Apenas me quedan cien páginas para acabar de leer Chronic City y no quiero que termine. La persona que me lo recomendó, que me hizo llegar este libro, o sabía muy bien lo que se hacía o forma parte de mi solipsismo.
¿Cómo es posible que en un libro encuentre tantos ingredientes, tantas de mis obsesiones juntas?
La palabra solipsismo aparece en multitud de ocasiones y ya ha dejado de sorprenderme. Pero es que la primera vez que leí la palabra solipsista -hace un año, en el libro de Mark Oliver Everett, Cosas Que Los Nietos Deberían Saber - me sentí tal y como lo explica Perkus Tooth, uno de los personajes de Chronic City.
Me estoy encariñando de tal manera con Perkus Tooth, que no imagino un final para esta grandiosa obra de Jonathan Lethem (merece un to be continued). Aunque repito, aún me quedan cien páginas por delante y no sé que le depara a este hombrecillo que, por otro lado, no es el principal protagonista de la historia.

"Pregúntale a tu solipsismo: ¿ofrece un hogar mejor que las falsas ilusiones que pretendes destruir? Perkus, desde una plataforma de pistas culturales ordenadas como un rompecabezas, había pasado años convencido de que su solipsismo era un hogar bastante bueno."  

Pero sin duda el momento más solipsista, entre Chronic City y un servidor, fue ayer al leer en la página 330 lo siguiente:

"Un día de nieve lo habría pasado en casa con una pila de ediciones de bolsillo Dell de Kurt Vonnegut Jr.: todavía veía Cuna de gato en rojo, Las sirenas de Titán en morado y Dios le bendiga, Mr. Rosewater en azul, con las páginas amarillentas y desgastadas por sus dedos ansiosos. La migraña no podía sepultarlo lo bastante para borrar del ojo de su mente el faro de aquellos Vonnegut de Dell."

En cuanto termine de leer Chronic City añadiré algo más o escribiré un nuevo post. Ahora me siento como si estuviera leyendo una obra conjunta de Philip k. Dick, Paul Auster y el mismo Kurt Vonnegut. O sea, que estoy disfrutando como un niño el día de Reyes.

Hace un rato, mientras buscaba temas musicales presentes en el libro para hacer la banda sonora en Spotify, he encontrado un mixtape de Chronic City: Lucky Dog
No he leído el artículo completo por si hubiesen spoilers.