Distopía 2014

A eso está esperando el sistema. Dejan que te pelees, dejan que salgas a la calle y luches. Pero luego te meten en la cárcel. (Empezar de cero - Jimi Hendrix)



Algo ocurre en esta sociedad cuando sólo ves sonreír a los que sostienen un smartphone en las manos y todos con idéntica cara idiotizada miran en dirección a la pantalla. El resto son caras serias y grises, aunque idiotizadas también. Y no escurro el bulto, yo me incluyo en el grupo, soy un idiota y me lo digo a la cara. 
Algo nos ha narcotizado o nos narcotiza cada cierto tiempo. La realidad en que vivimos es una distopía, ese género literario y cinematográfico que ha superado con creces las profecías de Nostradamus. Ya no le parecerá tan escandaloso o raro al nuevo lector de 1984 los acontecimientos que narra Orwell.
No sé si será cosa de chemtrails, si nos han radiografiado en exceso, si han introducido algo en el agua que al final consumimos o que usamos para el aseo, o que en las vacunas que nos inyectan desde bebés (cada vez menos debido a los recortes) hay algún tipo de virus que doblega nuestra voluntad.
La cosa es que sólo veo sonreír a los políticos, banqueros y a la monarquía, sea cual sea su situación, y sí, a los bebés también, pero porque llevan poco tiempo expuestos a lo que sea que nos afecta de un modo tan evidente. Aunque también sonríen a los que llamamos locos o los que toman drogas ilegales. 

Todo esto me lleva a pensar que sólo la clase dirigente conoce el antídoto o que son unos yonquis empedernidos. 
Y es que el mundo está al revés. Lo vemos cada día. Se masacran pueblos enteros. Se expropia y maltrata al ciudadano por unos mundiales de fútbol, incluso se cometen atrocidades aún peores y ninguno de los países ni los equipos que los representan son capaces de negarse a participar en ellos por ese tipo de ataques contra la humanidad. Hay motivos de sobra para temer a la policía en lugar de contar con ella. Motivos de sobra para desconfiar de todos los políticos y sus continuas cortinas de humo. Salimos a la calle y nos pegan un pelotazo con la peor de las intenciones. Sólo nos permiten manifestarnos cuando es en beneficio de un partido político, una buena causa dirán ellos donde yo veo una buena excusa para esconder sus vergüenzas.

1 comentari:

  1. Aplaudo tu entrada. Es tan frustrante y desalentador el sistema en el que vivimos...Hace falta una revolución. No hay cambio sin revolución.

    ResponElimina