Un día como hoy y más o menos a esta hora, salía de mi última sesión de quimioterapia. Un año y 48 libros después lo estoy celebrando. Y a lo grande, no te creas que no.
Hoy en el gimnasio mientras escuchaba "algunas plantas" de Love of Lesbian, pedaleando sobre la bicicleta estática y tras superar mi propia marca, ya llegando al minuto final (es la canción definitiva, la que me da el último empujón), casi me pongo a llorar. Y es que de pronto he recordado la efeméride, y de que entonces, hace un año, apenas podía aguantar diez minutos seguidos estando de pie. Que me mareaba viajar en coche. Que añoraba pasear en bicicleta y comer sin sufrir ardores o sin sentir asco. Que veía muy lejos volver a mi estado normal.
Ahora, no sólo me he recuperado, sino que además estoy más fuerte que antes de empezar con la quimio y cada día mejora al anterior. Y sí, admito que hay una persona animando, y de que manera, para que un tipo sedentario como yo vaya al gimnasio dos o tres veces por semana. Pero eso no le resta valor al esfuerzo empleado. (Ja saps que t'ho agraeixo molt i que si no fos per tu no estaría ni la meitat de bé).
Le doy importancia al número de libros por una razón muy simple: durante el 2009 apenas pude leer (no leí muchos libros, no), me era imposible concentrarme; disponía de todo el tiempo del mundo y no podía disfrutar de lo que más me gusta. De casi nada de lo que me gusta... Mis pensamientos cruzan a toda velocidad los días del calendario y se detienen a rememorar aleatoriamente episodios que son realmente importantes para mí. Para realizar esa tarea tengo un buen aliado: el blog.
Un año de cáncer. Un año del que guardo buenos y malos recuerdos, algunas fotos ayudan a recordar. Pequeños viajes entre sesión y sesión. Nunca demasiado lejos por si llegaba la temida fiebre. Comiendo mucho helado (era lo que mejor me sentaba) y disfrutando de cada instante en el que me sentía bien. Llorando cuando me apetecía e ironizando a cada momento: el chiste de carnaval lo utilicé demasiadas veces, lo reconozco. A decir verdad, mi mente ha borrado mucho de lo malo y permanece en ella lo mejor: las conclusiones, los cambios, LO POSITIVO.
Pero de la misma manera que ocurren cosas positivas, ocurren otras que son inevitables y nos hacen perder el equilibrio. Como la muerte, que pasea con paso firme por la vida.
Aun así, pienso que la partida sigue y debemos recordar "les picades d'ullet" y cada una de las sonrisas sinceras que nos dedicaban cuando recibían nuestra visita. Debemos recordarles por hacer de nosotros lo que somos. Merecen algo mejor que lágrimas, tristeza y flores. Merecen que sigamos sus consejos, que brindemos por ellos, que los mantengamos vivos en nuestro corazón. Si ellos siguen vivos nosotros también.
Un pequeño apunte sobre mi padre, mi otro padre. No sé si alguna vez lo comenté, pero no tuve un padre, tuve dos. Uno me dio la vida y el otro me enseñó a vivir.
El último consejo que me dio fue en abril (mi mes preferido), cuando me preguntó por mi padre (biológico) y al oír mi respuesta me contestó con una sencilla sentencia: un padre siempre es un padre.
Así que, Cayetano, quiero decirte que entendí perfectamente tus palabras. Como el día, que siendo niño, te pregunté qué era la política y sólo tuviste que dirigir un dedo hacia el pan.
Jordi, moltes felicitats!!! ets molt fort i valent!
ResponEliminaM'ha emocionat molt aquest post!
Una abraçada per a tots dos!!!!
Hola Livia, gracias por compartir tus sensaciones, tus emociones ayudaran a mucha gente que esta pasando como tu esta terrible enfermedad. Eres una mujer valiente y fuerte.
ResponEliminaMe ha encantado leerte con esa animosidad y alegria.
He compartido tu enlace con mi Facebook.
bsss desde Almeria.
M'he emocionat una mica...
ResponEliminaRealment segueixo veient les seves "picades d'ullet", i que segueixi així.
Petonets.
Gràcies Rits, una abraçada per a tu també.
ResponEliminaLoladealmeria, gracias por tu visita y comentario, pero soy el muchacho de la foto, Jordi, no soy mujer. Igualmente agradezco tus palabras, que hacen el mismo bien a un hombre que a una mujer.
Xivi, tu i el número 3. Petonets, jo també els veig encara.
Vaya, una historia que a mí también me ha emocionado... conozco a personas que han pasado por esto, una compañera de trabajo lo pasó antes de que la conociera, pero no tengo ni idea de cómo debe ser. Lo que sí sé es como me gustaría afrontarlo si por desgracia me llega a pasar a mí. Como tú y como ella. Pero claro, espero que no me toque, y si tiene que tocar, que me toque a mí, y no a nadie a quien quiera. Eso sí que no podría soportarlo.
ResponEliminaPerdona el rollo, pero es que leerte me hace pensar en ella también. Y ver gente que es capaz de sacar algo positivo e incluso enriquecerse como personas en una situación así, es enriquecedor. Se ve que eres muy fuerte y que aguantas lo que te echen. Pero espero de verdad que lo más duro que tenías que vivir ya l hayas pasado.
Feliz año, por cierto, ya que he llegado tan tarde por aquí. ;D
Sonix, muchas gracias. Me ha encantado tu "rollo". Estoy de acuerdo contigo en lo que dices sobre que prefieres que te toque a ti, yo también siento lo mismo, aunque he de decirte que sin el apoyo de los que te rodean se haría muy duro. De hecho, he tenido mucha suerte, no he estado solo en la batalla. Aunque ha habido algunas personas que no lo han sabido llevar (ha sido más duro para ellos que para mí...)
ResponEliminaPero ya está, seguimos adelante.
¡Feliz año!
Hace tiempo que no te veía por el Face.
ResponEliminaQuería saber como estabas.
Veo que bien, eres un bebé precioso, eso de nacer por segunda vez es fantástico verdad?
Me alegro mucho por ti de corazón te lo digo.
Con tu fuerza interior lo has conseguido...
Durante 7 años viví cada día lo mismo que tú,fiebre, vómitos, mascarilla, habitaciones aisladas,risas, lagrimas, trasplante de médula,todo eso y mas lo viví con una amiga...
Cuando sonreía se le iluminaba el rostro, era fantástica.
cuando se ponía bien, nos íbamos de copas, era la alegría del grupo.
Te parecerá extraño pero...
Un día unas gaviotas chillaban,en ese momento mi intuición me dijo que había dejado de luchar...
Fui al hospital y viví con ella sus últimos momentos.
Joder estoy llorando, es duro para todos...
Para el afectado y para los de su alrededor.
Algún día brindaremos por ti con una birra.
Mil besos
Margot, me ha emocionado tu comentario... y sólo me queda decirte que cuando quieras nos tomamos esa birra y brindamos por vernos y contarnos lo que sea. Un abrazo
ResponEliminaGRACIAS.
ResponEliminaTe quiero.
Estoy tan emocionada que no me salen ni las palabras. Ya sabes todo lo que pienso y siento así que poco mas puedo decir.
Me gustaría compartirlo en facebook, supongo que no tendrás problema en que lo haga, no?
Un abrazo!!!
Beli... no me tienes que agradecer nada. Gracias a ti por compartirlo en facebook. Besos
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