Fascinante llamada hoy en el programa de radio El món a Rac1 por parte de una oyente. Isabel ha llamado en la sección del programa "El Contenidor" donde los oyentes pueden expresar sus quejas sobre cualquier tema que les afecte. Lo que ha ocurrido es que todo lo que ha contado se parecía más a un buen relato de Paul Auster que a un problema.
Ésta oyente vive en Riudoms y da la casualidad que en Castellvell del Camp, un pueblo cercano, vive otra mujer con la que comparte el mismo nombre y los mismos apellidos. Pero no es eso lo único que comparten.
Estas dos localidades pertenecen a la provincia de Tarragona y a la comarca del Baix Camp de la cual Reus es la capital. Es en Reus precisamente donde finaliza, en principio, esta historia. Aunque se podría crear un punto de partida para un cuento de Austerianas proporciones desde ahí. También Murakami se pondría las botas. Y es que al final la vida, la realidad, los sueños y el azar son la mejor fuente de inspiración.
Isabel ha relatado situaciones muy curiosas y las ha expuesto de una forma natural, sin darle demasiada importancia. Por ejemplo cuando recientemente se compró un coche. Estuvo días esperando la matriculación hasta que cansada llamó al concesionario y cuál fue su sorpresa cuando le dijeron que ya la había ido a buscar. ¿Qué había sucedido? Pues resulta que las dos mujeres fueron la misma semana al mismo concesionario y eligieron el mismo modelo de coche y al tener el mismo nombre los empleados del concesionario dieron por hecho de que se trataba de la misma persona. Algo parecido le ocurrió en una tienda de juguetes cuando al ir a recoger una tarjeta regalo le comunicaron que ya se la habían entregado. A ver si no es raro; van a las mismas tiendas, encargan los mismos productos y siempre llega una de ellas antes.
Y ahora llega el final de la llamada y el motivo de ésta.
Hace unos días Isabel recibió una llamada del hospital de Reus. Le dijeron que ya podía pasar a recoger los resultados de unas pruebas que le habían realizado. Obviamente ella recordaba perfectamente no haberse sometido a prueba alguna y así lo hizo saber. Pero el interlocutor insistía que allí tenían los resultados y que si no los pasaba a buscar allí se quedarían.
Creo entender que esa es la queja, la falta de tacto del personal de dicho hospital y el poco esfuerzo en localizar, de la misma manera que habían dado con ella, a la otra Isabel que, por otro lado, era la principal interesada en conocer esos resultados.
Al final nuestra protagonista decidió buscar ella misma los datos de su tocaya. Cuando la localizó la llamó y como era de suponer, la otra Isabel alucinó, ya de entrada, al conocer a una persona que se llamaba y apellidaba exactamente igual que ella. Isabel no sólo le informó de que ya podía pasar por el hospital a recoger los resultados, sino que además mantuvieron una larga conversación sobre todas las casualidades que las habían perseguido hasta entonces.
¿Es o no una historia fascinante? Yo ya me imagino que la primera Isabel debe ir al hospital y someterse a las mismas pruebas que la segunda. Con los mismos resultados y el hospital se equivoca y llama a la segunda Isabel...
Escucha aquí la llamada, minuto 16:44; El Món a Rac1
Ja imagino com devies "xalar" al escoltar tantes casualitats...
ResponEliminaSegurament serà l'inici d'una gran amistat Isabelina...
Petonets!
Si xivi, he xalat. Com em coneixes. És que era acollonant, jo no he entès com en Basté no l'ha convidat per anar un altre dia a la ràdio i parlar-ne més a fons. Jejeje. Petonets
ResponEliminaIncreïble!!!! :D
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