Ruta del Río Perdido

Hay muchas y muy buenas razones para recomendar este viaje, La Ruta del Río Perdido.
Para mí, además de añadir a mi lista otro reto personal superado, ha significado descubrir una nueva manera de viajar, conocer a gente fantástica y temblar, sentir cierto nerviosismo, como cuando era un niño y todo me sorprendía; ver y tener muy cerca a animales salvajes en su hábitat, hacer acampada libre y oír desde la tienda a los hipopótamos y leones, caminar por lugares que sólo había visto en documentales.
Ya me lo advirtieron, estas experiencias pueden cambiar tu vida. Mi vida ya había cambiado antes, eso es innegable, pero es bien cierto que se viven experiencias que son muy difíciles de transcribir.
Aún siento en mi piel, en mi interior, un estremecimiento cuando rememoro ciertas escenas (y lo digo como si yo fuese actor y estuviese en mitad de una película), como por ejemplo los paseos de los enormes elefantes a escasos metros de nosotros o la visita al pueblo de Chinotimba en las Cataratas Victoria, donde los niños nos gritaban entre risas por la calle a nuestro paso y en su idioma ¡blancos, blancos! hasta que les decíamos ¡hola! también en su idioma -previamente nos había enseñado algunas palabras nuestra guía personal- y entonces, decía, esos niños se quedaban mudos y eso nos hacía reír porque tenía mucha gracia ver que se daban cuenta que habíamos entendido lo que nos decían.
En fin, que de todo el viaje, dos de los viajeros (una gente estupenda y a la que hace unos días hemos vuelto a ver) Lourdes y Dani, han realizado un magnífico vídeo que resume dos semanas en África inolvidables. Les felicito por el trabajo y os pido a todos disculpas por mi extraño baile al más puro estilo Carlton Banks, eso sí, sin Tom Jones de fondo, absolutamente a pelo.

2 comentaris :

  1. Desde luego, tuvo que ser una experiencia inolvidable. Yo soy más urbanita, y no me veo en un viaje de estos, pero debe ser una maravilla.

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    1. Fue una experiencia brutal y que no dudo -ni temo- volver a repetir. Yo también soy urbanita, pero combinar, por ejemplo, una ciudad como San Francisco y los parques naturales que puedes visitar relativamente cerca, es una muy buena opción, lo digo por experiencia. ¡Besos!

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