Es curioso todo lo que nos perdemos cuando nos quedamos en casa sentados en el sofá (aunque ganamos otras; leyendo o escuchando música o simplemente relajando nuestras tensiones). Un paseo de tan sólo diez minutos ofrece suficiente material para escribir un cuento corto, o una novela si le añades bastante más de tu parte.
El octogenario que no cede en el empeño por recuperar los veinte céntimos que se ha tragado la cabina telefónica dando golpes con el auricular es algo que hace que una chica se gire, lo mire y sonría.
El puesto donde se piden firmas para acabar con las crueles corridas de toros.
Las pocas muchachas que ya se empiezan a ver siguiendo la moda japonesa (lolita gótica).
Los vendedores de bolsos falsos convenciendo a las señoras para que les compren uno.
Una ambulancia, urbanos hablando con un matrimonio y un niño a los que suponemos les han atracado o robado. No se sabe pero se imagina...
Un chico y una chica se dan dos besos y un abrazo y se separan delante de la boca de metro mientras prometen que se volverán a ver.
Turistas tomando fotografías en La Pedrera.
Un chico con una mochila a cuestas de camino al trabajo escuchando en su ipod el proyecto de una mixtape de la que de momento lleva unos quince minutos...
Y sol, mucho sol que arregla las penas.
És que no hi ha res millor que desconectar una estona cada dia per respirar aire i carregar les piles... I més quan es comença a entreveure la Primavera...Mmmmmm
ResponEliminaTambé un ha de saber veure i escoltar. Molta gent mira això mateix i no veu el mateix que tu. Una abraçada.
ResponElimina