Hoy se cumplen 25 años de la muerte de Julio Cortázar. El 12 de Febrero de 1984 fallecía uno de los escritores más importantes de la historia a causa de una leucemia, aunque en los últimos meses han aparecido algunas informaciones en las que se dice que pudo ser sida a raíz de la transfusión que recibió estando en el sur de Francia después de sufrir una hemorragia estomacal.
El primer libro que leí de Julio Cortázar fue Rayuela. Me lo recomendó Julián hace unos siete años. A partir de ahí empecé a leer cuentos y alguna que otra novela suya como Los Premios, pero, hasta el momento, ninguna otra obra suya me ha dejado una huella tan profunda como la que me dejó Rayuela.
Así que si aún no has leído nada de Cortázar lo primero que te recomiendo es Rayuela. Entre los cuentos que he leído los que más me gustan son; Axolotl, La noche boca arriba, Continuidad de los parques y por supuesto Casa tomada. Todos los puedes leer enteros en el enlace.
Yo lo leí hace dos veranos, estando de vacaciones. Soy muy madrugadora, y recuerdo que recién levantada me tomaba un café con leche tamaño "bañera" mientras leía Rayuela, hasta que poco a poco el resto de la familia se iban levantando. Lo acabé en cuatro días, y llevo una frase de Gregorovius a Horacio grabada en la memoria, no sé por que motivo, pero ahí está :)
ResponElimina"A esta hora se siente la noche, aunque no se la vea"
Un abrazo.
Joer, t'havia deixar un coment i m'ha donat error i s'ha borrat, amb el rollo que era.
ResponEliminaEt deia que de Rayuela jo només recordo la descripció d'un petó, que era una passada. I més coses però tant se val.
Un petó.
Carmen gracias por tu comentario. Para mí Rayuela también fue muy muy especial, te lo he comentado en tu entrada que me parece sensacional. Gloria moltes gràcies, a vegades a mi també em passa que escric i després ho perdo tot, al final el que he decidit fer és copiar abans de publicar. Crec que et refereixes a aquesta part de Rayuela:
ResponEliminaToco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
Una abraçada