El 7 es mi número favorito desde hace muchos años, tantos que ni me acuerdo. No es por una razón en concreto, solo que un día preguntaron y me salió ese número. No recuerdo quién lo preguntó, sólo sé que mi hermana dijo el 5 y yo el 7, un amigo dijo el 11.
Mi color favorito es el verde y, curiosamente, asocio el número 7 a ese color. Me consta que no soy el único que hace ese tipo de asociaciones, hay quien relaciona el 3 con el amarillo.
He curioseado en wikipedia y al número 7 le dedica un artículo nada desdeñable:
http://es.wikipedia.org/wiki/Siete
Dentro de ese artículo hay una sección que lleva por título "Concurrencias del número 7 en la cultura", y, en esa sección, paradójicamente, el punto que menos me ha gustado es el 7, el que dice que según la Biblia el siete es el número perfecto, cuando todo el mundo sabe que la perfección no existe, no es nada elegante sentirse perfecto o que se consiga la perfección, prefiero la humildad, siempre deben haber obstáculos que superar, de lo contrario habría un límite. En cambio hay un punto, en dicha sección, que define muy bien mi momento actual, es el punto 14, justo el número del día que nací y el doble de 7:
"Cada 7 años el ser humano experimenta cambios significativos en su desarrollo personal".
No sé si coincide en el tiempo, es decir, si siete años atrás experimenté algún cambio relevante en mi vida, a no ser que ... ah, ¡claro! ¿Cómo se me ha podido pasar? Hoy se cumplen siete años desde que se puso en funcionamiento este blog.
Al principio LilVia se alojaba en Microsoft Live Spaces y muchos artículos que colgué allí los pasé más tarde a Blogger. Siempre quise que esto fuese como un diario personal, un lugar donde colgar fotos, mis escritos, alguna reseña de discos y libros... Con el tiempo parece que va tomando forma de blog literario, y eso es algo que no quisiera, así que en breve volverán mis textos sencillos, mis discos revisitados y mis opiniones sobre todo aquello que me apetezca. Eso sí, quiero agradecer a todos los que lo visitan y dejan comentarios, sois en los que pienso cuando escribo mis cosas aquí.
En todos estos años han ocurrido cosas muy buenas y otras mejores. También ha sucedido lo inevitable: la muerte de seres queridos, momentos bastante duros que por supuesto me han trastornado pero que todos debemos pasar.
También tuve mi año de cáncer, fue en 2009. Por culpa de la quimioterapia no pude leer todo lo que hubiese querido, mi aliada y enemiga al mismo tiempo; la que me curó y, gracias a la que sigo aquí, era también la que me privaba de mi capacidad de concentración. Estaba guapo en 2009, sino mira la foto:
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Fin de año 2009 |
En fin, que estoy satisfecho con el blog, y contento con lo que recibo de él, las visitas (¡más de 72.000! y otra vez el 7, qué locura), los comentarios, los seguidores... Pero aún estoy más satisfecho con mi vida, la que me permite que escriba en él, que lea, que disfrute del momento y me haya hecho el mejor regalo que nadie pueda recibir. Sí, en abril de 2013 cumplo 40 años, pero antes, en marzo, voy a ser padre, vamos a ser padres Silvia y yo. Silvia, es la del 3 y el color amarillo, Silvia es la que estuvo a mi lado y consiguió que sintiera que el cáncer sólo eran unas vacaciones. Así que ella es una de las responsables de que todo adquiera sentido, de que siga saltando obstáculos, es la que provocará un cambio significativo en mi desarrollo personal.
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Octubre 2010 |
T'estimo, us estimo.