Hay calles, hay historias

No deja de sorprenderme cuando al entrar en el vagón del tren de las siete y diez de la mañana y, a pesar de que es la segunda estación del recorrido, los asientos ya estén casi todos ocupados; todavía faltan doce estaciones hasta llegar a mi destino y obviamente aún debe quedar por subir mucha gente. Siempre me ha parecido injusto. Un agravio comparativo. Y más teniendo en cuenta el precio de los billetes. No es normal que yo pueda ir sentado porque he subido en una de las primeras estaciones y que muchos pasajeros deban viajar de pie pagando lo mismo.

Cuando salgo a la calle me encuentro todo lo contrario: a esas horas de la mañana, siete y cuarenta y cinco minutos, la ciudad abre sus ventanas y somos pocos los que andamos por las aceras. Las persianas de algunos comercios están medio subidas (o medio bajadas, según cómo se mire) mientras transportistas tan ojerosos como yo les entregan género. Hay movimiento en los quioscos y en las cafeterías, poco más. Pero lo que más me asombra de entre esa veintena de personas con las que me cruzo hasta llegar a mi destino, es que media docena de ellas ya están hablando con el móvil de esa forma que uno habla con el móvil cuando habla con un ser querido, un amigo o con su pareja, y me pregunto qué pueden contar de buena mañana cuando apenas distan minutos desde que se han levantado.

Hay calles con historia, calles que esconden historias y también historias que se esconden en calles.
A mis 37 años sigo leyendo palabras por primera vez: ordalía, cellisca... y me siento afortunado.
Bill Callahan me susurra "I started telling the story without knowing the end" al oído. No es casualidad, pienso. Yo también empiezo a escribir muchos posts sin conocer el final. A veces no conozco el principio y otras empiezo por el nudo sin saber siquiera qué quiero contar. El disco de Callahan salió el 14 de abril de 2009, el día que cumplí los 36. Siempre pensé que moriría al llegar a esa edad y sin embargo renací. Ya he sostenido el LP en vinilo "Sometimes I Wish We Were an Eagle" dos veces entre mis manos, a la tercera me lo llevo a casa.

6 comentaris:

  1. Hay calles que te las haces tuyas, que a partir de unos hechos/palabras forman ya parte de tu propia historia y resulta curioso pensar como hasta entonces ni te habías percatado del nombre y ahora cuando lo oyes o pasas por ellas evocan tanto en silencio.... Hay historias que practicamente se han forjado en algunas calles.

    La primera hora en la calle es la hora en que los enamorados que se escapan de sus casas llaman a sus amores.

    No deixem mai, que res no ens provoqui sorpresa. S'enten?

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  2. S'entén perfectament. Gràcies per deixar el comentari i per visitar el bloc. Petons guapa.

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  3. Gràcies per deixar-me la frase.
    Un gran post! A mi em sap greu que la gent no deixi seure a persones grans o embarassades amb panxes de vuit mesos. M'indigna per molt cansada que pugui estar. Quan anava amb la crossa si que em deixaven seure, però no entenc perquè no cedeixen el seient a una embarassada. Em fan patir i em passo l'estona patint.
    I si, cada dia descobrim paraules, històries, persones,.... i és fantàstic.

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  4. las calles son magicas...tienen su propia esencia y eso las hace ser úicas...

    un petó jordi,que maco el que escrius.,m'has fet plorar..

    mar

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  5. Fa pocs dies als ferrocarrils vaig veure a una noia embarassada que anava dreta i ningú ni tan sols aixecava el cap del llibre o diari, ningú... i això que ocupaven els seients reservats (per cert, era gent de tota mena). Rits, a mi em passa el mateix que a tu, estava més neguitós jo que ella... no sé si ho podrem remeiar...
    Seients reservats al transport públic

    Embarassades invisibles


    Mar! Aquests carrers per a mi són diferents segons l'hora que hi passo, i també si és un dia de cada dia o un dissabte. El passatge Mercader passant per Provença fa que m'aturi més d'una vegada. Gràcies pel que dius. Petons

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  6. Doncs a mi l'altre dia em deixar el seient al bus, i no estic embarassa, ni porto crosses, ni soc tan gran... o si? :(

    El passatge Mercader,com tants passatges de l'eixample són encantadors :)

    La Rambla de Terrassa també m'agrada molt. Bon dia, vaig a seguir clicant.

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