una receta

La receta original, la primera versión que yo conocí, me la contó un cliente y era muy sencilla; cuatro o cinco patatas a tacos, una cabeza de ajos, un tomate maduro, aceite, sal y pollo.
Se entiende que el pollo debe estar troceado o, si se prefiere, pechuga cortada a filetes.
Se añade aceite en una olla pequeña y a continuación el resto de ingredientes. Se tapa la olla y se cocina a fuego lento durante media hora. Luego se aplasta el tomate y se remueve un poco. Y ya está, así de fácil.
Y un día lo cociné. Tal cual. Y estaba muy bueno. Estaba francamente bueno. Pero yo soy inquieto y todavía más con lo que se cuece, nunca mejor dicho, en una cocina. Así que a esa receta le di mi toque personal. Para empezar aumenté la cantidad de tomates y ahora lo cocino con tres o cuatro. También añadí algunos ingredientes más: unas cuantas zanahorias, un par de cebollas, pimienta y azúcar.
El procedimiento es algo distinto a la receta original pero sigue siendo muy fácil.
Lo primero que hago es pelar y cortar las patatas, las zanahorias y la cebolla. En una olla regada en aceite y con la cabeza de ajos que ya lleva un rato a fuego lento, añado los tomates también troceados y espolvoreados con una pizca de azúcar. A continuación las patatas, zanahorias y la cebolla. Tapo la olla y lo dejo media hora o cuarenta y cinco minutos a fuego lento.
Mientras tanto, he cortado los filetes de pollo y los he pasado por una sartén.
Luego lo mezclo todo en la olla, añado sal y pimienta y lo dejo cocer un rato más.
El resutado lo puedes comprobar sin mucho esfuerzo y sale muy barato. Ahora sólo falta que le pongamos nombre a este plato. ¿Alguna sugerencia?