Se me ocurre que nunca vas a entender que tenés que separar la literatura de la guita. Imaginarse que la literatura es una especialidad, una profesión me parece inexacto. Todos son escritores. El escritor no existe, todo el mundo es escritor, todo el mundo sabe escribir. Cuando se escribe una carta (ésta, cualquiera), también eso es literatura. Diría aún más: cuando se conversa, cuando uno narra una anécdota, se hace literatura, siempre es la misma cosa. Hay personas que jamás han escrito en la vida y de golpe escriben una obra maestra. Los otros son profesionales, escriben un libro por año y publican porquerías para vivir de eso (si pueden): como si fuera justo que les pagaran por escribir sus suciedades.
Hola, Jordi. No te llegué a contestar en Twitter, pero cuando pongáis fecha para La infancia de Jesús, avisadme por favor. De Piglia apunté algunos títulos que cierto día, mencionó Rafa en Twitter. Y, si me permites, una vez que te gustan tanto los libros de relatos, échale un ojo a los de Keret. Son bastante locos, pero su capacidad para crear en una mini-historia en dos páginas es asombrosa. Un beso,
ResponEliminaApunto Keret, muchas gracias (esta vez no haré la broma del disco de Peret, aunque pensándolo bien ya está hecha).
EliminaNo había oído hablar de Keret has ahora, así que seguiré tu consejo.
Por lo de Coetzee me apunto a un bombardeo cuando lo anunciéis... estoy algo atareado y no entro mucho en el café últimamente.
Besos!!!
No he leído nada de Piglia, muy mal por mí. Este relato lo leo y lo releo, tiene toda la razón. Una obra maestra es espontánea, al alcance de pocos, pocas veces.
ResponEliminaLeemos Coetzee cuando queráis. Un abrazo :)
Leemos Coetzee cuando queráis vosotros!!!
EliminaUn abrazo
Qué buena cita (porque es una cita, ¿no?). Su último libro está muy bien.
ResponEliminaDe Piglia sólo he leído este conjunto de relatos.
EliminaPor supuesto esto es un fragmento de "Nombre Falso", el último cuento de este libro y que le da título.
Saludos