Las aventuras de Huckleberry Finn (1885), como llegó a afirmar Ernest Hemingway, es de donde procede toda la literatura moderna americana.
Los que fuimos niños en los ochenta vivimos intensamente las aventuras de los dos amigos a orillas del Misisipi gracias a la serie de animación japonesa que lleva el mismo título Las Aventuras de Tom Sawyer. Tengo recuerdos muy nítidos de qué hacía o qué sentía en algunas escenas cuando se emitió por primera vez la serie. Por ejemplo, cuando Huck fríe unos huevos de tortuga mi tía, que entonces tendría unos 9 años, dijo: -¡que asco, comerse los huevos sin sal!
Todos nos acordamos de Sid, Becky, Huck, Tía Polly, Mary, el borracho Muff Potter... pero sobre todo del Indio Joe. Que miedo nos daba...
Estos días he vuelto a ver la serie y he disfrutado tanto como de niño. En el último epidodio, el 49 titulado Se acabaron las vacaciones, he descubierto un detalle muy curioso en el diario que lee el doctor:
Si. Tambien lo descubrí no hace mucho tiempo y se me hace sorprendente, bueno, cuando lo vi por primera vez se me enchinó la piel. Definitivamente es una especie de tributo a Lennon (por parte del director o Nippon Animation) que fue asesinado en 1980, mismo año en que se produjo esta serie japonesa de Las Aventuras de Tom Sawyer.
ResponEliminaPonc, muchas gracias por tu visita y por comentar. Un abrazo!
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